Si eres entusiasta del running, ya habrás corrido distintas superficies además de la cinta de correr que nunca puede faltar en el gimnasio en la sala de ejercicio de tu hogar. Si te estás preparando para un gran evento, o estás analizando hacerlo, como lo es correr un maratón, te encontrarás con distintas superficies, por lo que deberías conocer las diferencias de correr en una superficie específica.
Cada superficie tiene un efecto distinto en tu cuerpo, la exigencia que le aplicas al momento de correr y cómo la pisada recibe un golpe y presión distintos en cada superficie, como la cinta de correr, el asfalto, la arena y la arcilla, como principales superficies a las cuales un corredor puede correr a lo largo de su vida deportiva.
La cinta de correr
La cinta de correr es una herramienta bastante esencial al momento de entrenar tu tiempo y mejor tu condición cardiovascular. Cabe destacar que estas máquinas están hechas para la comodidad del corredor, exigirle en distintas velocidad al mismo tiempo que cuida su integridad al evitar lo mayor posible cualquier tipo de lesión o fatiga muscular.
Esta máquina tienen un área de carrera, la cual es la cinta, que está compuesta por una goma resistente, pero la plataforma corredora debajo de ella posee una superficie que absorbe el golpe de cada pisa, proporcionado balance al momento de tracción de la carrera de cada individuo, es decir, la mayor ventaja de la superficie de una cinta de correr es que esta se adapta al corredor.
Asfalto
El asfalto, es prácticamente el destino de todos los corredores que desean exigirse a niveles competitivos, ya que la mayoría de las carreras o maratones se realizan en las calles, a menos que se trate de una competencia especial. El asfalto también es el lugar donde los corredores que disfrutan del aire fresco realizan sus entrenamientos.
La superficie del asfalto es sólida y muy dura, quizás demasiado dura, por lo que el corredor debe adaptar su pisada y la dinámica de carrera para el asfalto. Si el asfalto está mojado porque está lloviendo o llovió hace poco tiempo, este se vuelve resbaloso, por lo que el método de pisada se complica aún más.
Entrenar en el asfalto es propicio para cualquier corredor, primero que todo porque el atleta estaría adaptando su cuerpo al mayor nivel de exigencia, ya que correr en asfalto requiere una pisada firme, de mayor exigencia muscular, por lo que cualquier atleta debe ser precavido para evitar lesiones, las cuales son abundantes en este tipo de superficie.
Arena
Las carreras en la playa son sublimes, es uno de los mejores escenarios para hacer running. El viento marino que te refresca a todo momento, el aire con olor a sal que entra a tus pulmones y el maravilloso sonido del océano, se trata de una experiencia que cualquier corredor de experimentar, de seguro te enamorarás del deporte de esta manera.
Pero, por otra parte, la arena es una de las superficies más complicadas y caóticas por la que se puede llegar a correr. Cada grano de arena en esta superficie conspira para dificultar tu carrera, por lo que la pisada es muy más compleja, requiriendo tres tipos de pisada: la primera donde la punta del pie se incrusta violentamente hacia la arena firme que se posa en el fondo, la segunda pisada que corresponde al aterrizaje de la planta completa del pie y la tercera pisada de tracción la cual debe ser muy precisa para evitar lesiones.
La arena es sumamente complicada para correr, representando un campo abierto de infinitas posibilidades de lesión si no se tiene el cuidado debido. Asimismo, se trata de una superficie única, ya que aquel que logre dominarla tendrá una mejor dinámica en desempeño en cualquier otra superficie, por lo que, si deseas entrenar para un maratón, lo mejor es ir a correr a la playa más cercana.
Arcilla
La arcilla, al igual que la arena, se trata de una superficie de polvo, por lo que también requiere un cuidado más precavido en comparación a las superficies sólidas como el asfalto y la cinta de correr. Sin embargo, al tratarse de polvo, no significa que se corra de la misma manera en cómo se hace con la arena.
La superficie de arcilla se diferencia a la arena por dos elementos clave: la profundidad en la que se encuentra el suelo sólido y el tipo de grano que conforma el polvo de arcilla. Como es conocido, la arcilla es un polvo, en cambio la arena no lo es, por esto la arcilla es más resbalosa en el momento de aterrizaje, pero el proceso de tracción (el tercer y último paso dado) es más seco y descuidado.
Césped o grama
La superficie de césped o grama, tiene su propio método de carrera, el cual no se diferencia mucho del de la arena y la arcilla. Hay dos factores que determinan cómo se debe correr sobre grama: la altura de las hojas de césped y la humedad de la tierra. Al tratarse de tierra común, esta es regada constantemente para mantener el césped, pero al estar muy húmeda, representaría una mayor precaución para evitar lesiones debido a resbalones.
Un césped alto, nunca será una buena indicación para correr sobre él, con una grama muy alta no podremos tener una pisada firma, ya que sería un gran obstáculo que impide que nuestros pies haga aterrizaje sobre la tierra sólida, además de que no podremos ver las diferencias en el relieve del suelo, por lo que podríamos golpearnos y por ende, lesionarnos. Debido a esto, correr sobre una grama bien cortada y un suelo que no esté muy húmedo, este es el escenario propicio para hacer running sobre esta superficie.
El running es uno de los deportes más practicados alrededor del mundo, millones de personas corren kilómetros sobre distintas superficies, desde las concurridas calles de asfalto de Nueva York hasta las afrodisiacas playas de arena en Indonesia. Cada superficie es distinta, y el runner debe adaptarse para conseguir un mejor rendimiento, subiendo su condición cardiovascular mientras evita sufrir lesiones.
¿Correr en cinta o en la calle?: El dilema de los amantes del running
Correr en cinta o en la calle, una para aquellos que prefieren competir con su compañero de al lado en el gimnasio y otra para las almas libres que disfrutan el aire fresco y aventurar las avenidas de la ciudad. Aunque se trata del mismo ejercicio, ambos métodos son muy distintos entre sí.
Todos los amantes del running tenemos algo bastante claro: no existe algo mejor en el mundo que correr y todos empezamos a hacerlo sobre una corredora o quemando la goma de nuestros zapatos en el asfalto de las calles, al final del día cada quien encuentra una superficie preferida.
Pero, entre la cinta y la calle ¿cuál es mejor?
En el peculiar caso del running, como deporte, la arena de lucha es la calle y la rutina sobre una cinta funciona como un complemento en el gimnasio. Ambos métodos tienen ventajas y desventajas propias, por lo que precisamente las personas prefieren realizar un método o el otro dependiendo hacia dónde quieren proyectar su entrenamiento.
La cinta de correr: running agradable y ligero
Al correr en una cinta notaremos las maravillas de la tecnología y sentiremos que no hemos perdido la inversión en nuestra cuota del gimnasio, al estar a gusto en un clima regulado y corriendo sobre una corredora eléctrica que ofrece notorias ventajas.
- Aprobado por la élite: una buena señal al considerar correr en una máquina, es que fueron los corredores profesionales los que empezaron a utilizarla como un complemento o sustituto de su entrenamiento en la calle cuando las condiciones o clima no lo permitían.
- Inclinación: cuando trotamos en la calle nos encontramos con varios desniveles, lo que ayuda directamente a la resistencia de nuestras piernas al subir y bajar como una montaña rusa en medio de la acera. La máquina de correr te permite variar los grados de inclinación para emular este aspecto importante en tu entrenamiento.
- Grados de velocidad: a menos que estés ante un fenómeno natural por lo que deberías correr por otras causas, la superficie de la calle no se mueve, a diferencia de la máquina de correr. La máquina ayuda a desplazarte sobre una lona ligera lo que reduce notoriamente los riesgos de sufrir lesiones de distinto tipo.
Entre los aspectos negativos de usar una cinta de correr, está el hecho de estar corriendo en interiores, lo que afectará directamente la sensación térmica al tratarse de un lugar cerrado donde hay más personas entrenando con pesas, elípticas, bicicletas estáticas entre otros.
Así mismo, para evitar parecerte a un tomate agonizando, debes variar la intensidad de tu carrera para no fatigarte. Hacer running en un gimnasio o en algún cuarto de tu hogar incrementará tu transpiración, lo que provoca fatigas y leves descompensaciones que no solo obstaculizarán tu entrenamiento sino perjudicarán también tu salud.
Entonces, ¿es mejor correr como almas libres en la calle?
En el caso de correr en la calle, tenemos la gratificante oportunidad de respirar el aire libre con un sentimiento inmenso de libertad, lo cual se vuelve mucho mejor cuando corremos cerca de una zona con muchos árboles donde nos sentiremos como animales silvestres andando eufóricamente por la naturaleza.
Si de verdad quieres dedicarte al running de manera profesional, imaginándote agotado pero feliz mientras cruzas la línea de un maratón, la calle tiene otro punto a favor que no nos da la cinta de correr, es que en la calle conseguiremos una superficie más solida y estática, lo que nos obligará a esforzarnos más para variar nuestro ritmo y tiempo.
La desventaja de este método yace directamente en el tiempo que encontremos afuera. En caso de estar lloviendo, nos convendrá mejor lucir nuestro bañador y prepararnos para el segmento de nado libre de un triatlón. Si está nevando, podemos resbalarnos con la superficie gélida, y en caso de haber mucho sol nos cansaremos muy rápido con el calor.
Algunos temerarios se atreverían a correr por un parque o zona boscosa a horas de la noche, hay otros que no están tan animados a formar parte de una película de terror mientras entrenan. Es por esto que depender de la hora y la luz natural puede influir negativamente a la hora de correr en la calle.
Sin lugar a dudas, al correr en una cinta se pueden obtener los mismos beneficios que correr en la calle gracias a la tecnología detrás de la máquina. En esta modalidad podemos entrenar a cualquier hora sin importar el clima afuera, podemos ahorrarnos tediosas lesiones gracias a la superficie ligera, es decir, es mucho más práctico.
Así que, si tienes interés en el mundo del running y quieres castigar a esas nuevas zapatillas deportivas, lánzate sobre una cinta de correr hasta verla echar humo en una divertida rutina de entrenamiento, sin correr el riesgo de lesionarte y fatigarte.