Lubricar tu cinta de correr es algo que debes tomar muy en serio, no solo por el mantenimiento de tu máquina sino por tu propia integridad, solo imagina estar haciendo la carrera de tu vida y la cinta se detiene de improvisto. No deseamos verte haciendo una pirueta accidentada de película, por lo que compartimos algunos consejos contigo.
La lubricación es lo más indispensable para el cuidado de la corredora eléctrica, se estima que más del 90% de los problemas técnicos que sufren estos aparatos, precisamente, es por falta de lubricación.
Las mejores aceites para la cinta de correr
Factores que influyen en el mantenimiento de la máquina
Entre todos los factores que influyen en la vida útil de una máquina de correr, el peso del usuario, el número de usuarios, el tiempo de entrenamiento y la temperatura del lugar influenciarán directamente.
Lo primero que hay que entender, es que no importa si corres como una gacela que es perseguida por leones hambrientos, el hecho de que corras muchos kilómetros a altas velocidades, en realidad, no influye en el deterioro o mayor consumo de aceite en tu cinta de correr.
Lo que de verdad logra forzar a la máquina al punto de exigirte mayor lubricación, es el andar o caminar sobre ella. Cuando se anda sobre la cinta, esta arrastrará nuestro peso de manera constante, a diferencia de correr que implica dar espacios entre un paso y el otro. Por esto, al no soportar tu peso el motor y la cinta sufren más.
Pero, si te ves con unos kilos de más y deseas utilizar la cinta de correr para relucir una figura playera a envidiar, no pienses que no deberías utilizar la máquina para no forzarla, en realidad lo que debes hacer es estar más alerta y recordar lubricarla constantemente.
Pero, ¿cada cuánto tiempo debo lubricar la máquina?
En este punto influyen los factores previamente explicados. Si en tu casa no eres el único en la onda del fitness, y las demás personas se turnan en la cinta de correr como en un gimnasio privado, entonces debes sumar las veces que todas las personas usan la máquina.
Si utilizas la cinta de correr de dos a tres veces por semana, lo ideal es lubricarla cada 12 días, si hay otras personas que la utilizan, entonces debes aplicarle el lubricante cada 10 días.
Si te gusta entrenar cerca de la calefacción para sentir que estas corriendo sobre una costa caribeña al mediodía, debes tomar en cuenta que el lubricante tiene más posibilidades de secarse, por lo que debes tener aún más cautela al respecto.
¿Cómo debo aplicar el lubricante a mi cinta de correr?
La manera más cómoda es con un lubricante de spray, el que puede ser de dos tipos: de silicona líquida, que es la más utilizada ya que la mayoría de las máquina la requieren, y la de teflón, que es utilizada de manera más profesional.
Si te excediste con el lubricante, no te alarmes, la máquina no se dañará ni mucho menos se prenderá en fuego. El mismo aparato se encargará de expulsar el aceite sobrante. Eso sí, no rocíes la superficie de la cinta o saldrás disparado hacia una vergonzosa y dolorosa caída.
La corredora eléctrica es una aliada esencial a la hora de entrenar y bajar de peso, pero también como ella te ayuda en nuestra salud, debes ayudarla a ella aplicando lubricante de vez en cuando, mucho más si la usas para andar más que correr y si hay otras personas la utilizan.
Lubricar tu cinta de correr es algo que no puedes dejar de hacer, para evitar llorar del dolor por una caída estrepitosa, o llorar por el dinero que debes invertir reparándola y que pudiste haber evitado solo con lubricarla constantemente.